PIRULO Y AURELIA

Autora: Ema Wolf

A Pirulo le gusta ir a la casa de su abuela porque en el jardín hay un estanque y el estanque está lleno de ranas.

Además le gusta ir por otras razones. Porque su abuela nunca le pone pasas de uva a la comida. Y para él, que lo obliguen a comer pasas de uva es una violación a su libertad. Porque de su abuela nadie le impide juntarse con los chicos de la ferretería para reventar petardos, de modo que goza de libertad para celebrar reuniones. Porque su abuela no lo obliga a poner la mesa.

[...]

Para hacerla corta: en casa de su abuela él elige lo que quiere. 

Ahora mismo,  se dispone a gozar de una actividad recreativa apropiada para su edad: va a cazar ranas.

Prepara la carnada de salchicha; agarra la linterna y la bolsa de arpillera. Es de noche. En verano las ranas se cazan de noche. Su abuela duerme.

Con mucha mala suerte, la primera rana que saca del estanque es Aurelia.

-¡Un momento!-le dice Aurelia-. ¿Qué estás haciendo?

-Cazo ranas.

-Lo siento, pero no sólo vos tenés derecho a la libertad, los animales también. Yo quiero quedarme en el estanque.

-¿Eso quién lo dice?

-El artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos del Animal proclamada en París en 1978.

-¿Eso vale en la Argentina?

-Sí, vale.

-Pero yo tengo derecho a elegir las actividades recreativas que quiero y en este instante mi actividad recreativa consiste en cazar ranas.

[...]

En el estanque se armó una batahola.

Todas las ranas croaban y saltaban. Pirulo reculó un poco, pero su indignación era grande.

-¡No me voy de acá sin ranas!

-¡Antes pasarás sobre mi cadáver!

En ese momento se abrió la ventana del dormitorio de la abuela. Era ella, asomada, con los pelos parados y una batería de chancletas en la mano.

-¿SE VAN A DEJAR DE ROMPER DE UNA BUENA VEZ? ¿SABEN QUÉ NO DEJAN DORMIR A NADIE? ¡Y YO QUIERO DORMIR! ¿LES ENTRA EN LA CABEZA? ¡DORMIIIIIIIIR!

¡DORMIIIIIIIR!

Con la primera chancleta no acertó. Con las otras sí. Pirulo estaba muy confundido. Aurelia también. Se miraron.